En el marco de su 50 Aniversario
Roberto Canessa motiva e inspira a los participantes de Sapica, en León Guanajuato

Del 5 al 7 de marzo se realizó la primer edición del año de SAPICA, en donde grandes exponentes en la artesanía de la marroquinería, calzado y moda, se reunieron en el Poliforum León, para celebrar las bondades que ha traído esta noble labor que caracteriza a los leoneses desde tiempos pasados y que figura como la representante nacional del trabajo y calidad en artículos de piel y calzado.

La Asociación de SAPICA, por parte de la presidenta Daniela Reyes de Luna, reconoció a los trabajadores de la piel en todos los rubros de la Industria, desde diseñadores hasta choferes de camiones que hacen posible que esta labor leonense se mantenga y siga creciendo. Fue hermoso ver, como dichas personas, integrantes de una familia, llevan dentro de sus vidas la pasión por la industria de la piel y algunos por más de 60 años de vida laboral; también, se les reconoció a los ex presidentes de SAPICA, su arduo trabajo para llegar e a esta celebración de aniversario número 50 y es ahí donde tuvieron el honor de recibirlo de manos de un gran hombre, Roberto Canessa.

Canessa, conmovió al publico con su manera de ver la vida y contagió de positivismo al contar parte de su visión de vida y la tenacidad con la que ha vivido situaciones que se le han presentado hasta la fecha. Fue sobreviviente de la catástrofe del accidente del vuelo 571 del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, en Los Andes aquel año del 72, quien lo vivió a los 19 años, pasando poco más de dos meses en condiciones de congelamiento e inanición y decidió, junto con Fernando Parrado, otro de los sobrevivientes, buscar ayuda en dirección a lo que pensaban que era el oriente y encontrarían el país de Chile para tener la posibilidad de rescatar a los demás compañeros que se encontraban, como ellos, en atroces circunstancias.

Su presentación, llena de bromas, chistes, hasta con sarcasmo duro, así como uno que otro accidente audiovisual a la hora de presentar sus videos, se disfrutó de manera amena y alegre, con el sentido del humor que le caracteriza, muy risueño y asombrado por la asistencia de todo tipo de personas a su platica, desde niños de 8 años a gente mayor que visitaba la celebración del Salón de Piel y Calzado y decidió asistir a la conferencia. Preguntó si habían visto las películas referentes a lo que vivieron, que les había parecido y compartió que el corto tiempo, pero desafiantes momentos en aquella altura de la cordillera, le había dejado toneladas de aprendizaje.

Ante un auditorio totalmente lleno y un público atento, Roberto Canessa, famoso por ser el ‘Sobreviviente de los Andes’, cerró el primer día de SAPICA ofreciendo la conferencia ‘El ser humano: esa máquina increíble’ hablando de sus experiencias y su visión del mundo

Aprendizaje que va desde las reflexiones del vivir, preguntarse por que no había muerto ya, por qué después de una avalancha que los dejo 3 días bajo nieve aun no moría, pensar que los que habían muerto eran los afortunados, después de esperar el final en algún momento y no conseguirlo, de pasar a comportarse como una víctima después de escuchar por la radio que habían dejado de buscarlos, se convirtió en un héroe cuando vio que no tenía nada mas que perder y que sería lo único que lo mantendría ocupado. Usar la vida que le quedaba y caminar en la dirección que creía que estaba Chile.

Así fue como lograron pedir ayuda a un cuidador de ganado, después de 10 días de caminata y seguir sobreviviendo.

Si su plática era impresionante, los detalles se dejaron ver, cuando su esposa subió al escenario a contar su parte. Era la novia de aquel entonces, la que él pensaba que ya lo había olvidado y encontrado a otro novio y que lo había enterrado en aquella montaña, o así lo pensó Canessa, cuando compartía esa anécdota. Cuenta Laura Surraco, su novia de aquel entonces y esposa desde el año 76, que cuando llegó la noticia de haber personas sobrevivientes del avionazo en Los Andes, no quiso hacerse ilusiones y tenía que verlo por sí misma antes de emocionarse. Tomó avión, camiones y todo lo que necesitó para encontrarlo en el Hospital de San Juan de Dios de San Fernando, donde recibieron a todos los sobrevivientes, la impresión llegó cuando contó que cuando lo vio, fue difícil mostrarle su afecto y emoción por verlo nuevamente porque, aunque estaba muy feliz e impresionada de verle, no pudo darle ningún beso, las manos estaban peladas, quemadas y carcomidas por el frío al igual que su cara, quemada; sus labios partidos y con escamas, ‘no había un lugar donde besarle’, dijo con mucho sentimiento.  Fue en ese momento que las impresiones más reveladoras se mostraron a través de sus ojos, unos ojos externos, lo que logró que para los asistentes también lo fuera, se pudo sentir lo que posiblemente vivieron aquellas personas ajenas, familiares y hasta el cuerpo médico que los atendió, fue reveladoramente impactante el mensaje de Laura.

El propósito concreto de Canessa con todos los asistentes, fue mostrar que el trabajo es remunerador en muchos sentidos, necesario en varios casos, pero que lo más importante, son aquellas personas con las que se comparte el tiempo y las cosas y lo más valioso de todo, la vida, ámense más, dijo. Aunque el ser humano, es esa máquina increíble, dándole alusión al nombre de su ponencia, deben recordar lo que en verdad tiene valor, Dios me reto y tuve mil momentos para desistir, pero la única herramienta poderosa que tuve allá arriba, aparte de las vistas y manifestaciones hermosas que el creador mostraba en aquella cordillera desafiantemente hermosa que mantenían mi lado positivo, fue la mente y mis pensamientos, aún tenía el poder de decidir como pensar y reconocí que también puede ser la peor aliada si la dejo.

A pesar de varias cosas y decisiones que se tomaron en aquellas montañas, que pudieran ponerse en tela de juicio hoy, comparte que está seguro que existe una agenda divina la cual un hombre no la puede alterar y que lo único que puede hacer para aportar es, hacer lo mejor que pueda, ayudar a los niños a sanar y vivir, que es la especialidad de medicina que ejerce, cardiología infantil, aunque esta consiente que la agenda puede llevar otro camino diferente al que deseamos pero, se cerciora que nunca quede por su parte y dar todo.

Fue increíblemente conmovedor, escuchar de propia voz, lo extraordinaria que ha sido y es su vida que, a sus 71 años, aun juega uno que otro partido de rugby entre amigos y que vive la vida sin quedarse con las ganas de hacer algo, de aprovechar cada momento y hacerla que valga.

Como mensaje a los jóvenes, que no saben que hacer de su vida, que se encuentran perdidos y en ocasiones tratando de complacer a alguien mas, los animó a siempre hacer los que los haga feliz, siendo responsables por la única tarea que se les dio en esta vida, su propia persona.