El turismo volvió a confirmar en 2024 que no solo es una industria estratégica, sino uno de los grandes motores de la economía mexicana. De acuerdo con la Cuenta Satélite del Turismo de México elaborada por el INEGI, el Producto Interno Bruto Turístico alcanzó los 2.71 billones de pesos, con un crecimiento real de 2.5%, y una participación de 8.7% del PIB nacional. Un dato que coloca al turismo por encima de sectores tradicionales y lo mantiene entre las actividades que más valor generan en el país.

Para la secretaria de Turismo del Gobierno de México, Josefina Rodríguez Zamora, estas cifras confirman el papel del turismo como un sector que va mucho más allá de los números. Es empleo, es desarrollo regional y es bienestar para millones de familias. Un engranaje que activa cadenas productivas completas y que, en muchos estados, representa el principal detonador económico.

Detrás de este resultado hay actividades clave que sostienen el dinamismo del sector. El transporte de pasajeros y los servicios de alojamiento encabezan la aportación al PIB turístico, seguidos por restaurantes, bares, centros nocturnos, así como la comercialización de bienes y artesanías. Una radiografía que deja claro que el turismo se mueve desde el aeropuerto hasta la mesa, y desde el hotel hasta las comunidades locales.

Pero si hay un mensaje contundente en las cifras de 2024 es el peso del viajero nacional. El consumo turístico interior sumó 4.5 billones de pesos, y de ese total, 83% fue generado por las y los residentes de México. Vacaciones, viajes por motivos personales, excursiones de fin de semana y desplazamientos previos al viaje explican gran parte de este gasto. El turismo receptivo, por su parte, aportó el 17%, con un claro dominio del viaje vacacional.

En el tablero general de la economía mexicana, el turismo se ubicó como la cuarta actividad con mayor contribución al PIB, solo por debajo de las industrias manufactureras, el comercio y los servicios inmobiliarios. Un lugar que no es menor y que confirma que el sector se ha consolidado como una pieza estructural del crecimiento del país.

La lectura es clara: el turismo sigue siendo el sector de las buenas noticias, como lo definió la propia titular de Sectur. Un sector que crece, que se diversifica y que hoy tiene el reto de seguir avanzando con una visión más incluyente, fortaleciendo el turismo comunitario y asegurando que el impacto económico llegue a más regiones del país.