El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) vivió una de sus noches más complicadas el pasado sábado, tras registrar un colapso en las comunicaciones con aeronaves y una tormenta atípica que obligó a suspender operaciones por varias horas.

De acuerdo con reportes iniciales, alrededor de las 19:55 horas, la torre de control perdió comunicación con los aviones en vuelo, obligando a que varias aeronaves, entre ellas el vuelo 551 de Aeroméxico, entraran en patrones de espera. A ello se sumaron las intensas lluvias que azotaron la zona, con acumulaciones de hasta 77 mm de precipitación, lo que redujo la visibilidad y provocó encharcamientos en pistas y vialidades del perímetro aeroportuario.

Suspensión de operaciones y protocolos de seguridad

Según el boletín oficial del AICM, la autoridad aeronáutica ordenó la suspensión de aterrizajes y despegues por cerca de cuatro horas, con el fin de no comprometer la seguridad operacional y permitir las labores de desalojo de agua.

La tormenta no solo afectó la operación aérea. El sistema de drenaje pluvial de los edificios terminales colapsó, ocasionando afectaciones en diversas áreas internas, pese a que algunos espacios habían recibido trabajos de mantenimiento durante 2024 y principios de este año.

Con este episodio, el AICM vuelve a colocarse en el centro del debate sobre la saturación, el mantenimiento de su infraestructura y la necesidad de reforzar sus sistemas tecnológicos, en un contexto de creciente demanda aérea en la capital del país.