El Museo Dalí en St. Pete: un viaje alucinante al surrealismo

Situado en St. Petersburg, Florida, el Museo de Dalí, es un lugar imperdible para todos los viajeros que llegan a este encantador destino. A solo casi dos horas de Orlando y poco menos de Tampa, los viajeros pueden encontrar una opción más para vivir una gran experiencia, que se complementa con el encanto de esta ciudad.

Este vibrante destino costero en la región de Tampa Bay, conocido por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas del Golfo de México y su clima soleado durante todo el año, alberga una de las colecciones más extensas de Salvador Dalí en un museo que combina arquitectura innovadora, experiencias inmersivas y una oferta cultural que fascina a amantes del arte de todas las edades.

Este museo muestra tal cual al pintor, escritor y creador polifacético nacido en Figueres, España (1904-1989), que desafió los límites de la imaginación con su dominio técnico y su amor por las imágenes oníricas.

Además de ser un grande del óleo, Dalí exploró la escritura, la fotografía, el cine y el diseño, dejando un legado artístico inigualable, que se puede observar en el recinto que de por si, es una obra de arte en si mismo.

En Dalí Alive 360°, estarán inmerso en sus animaciones y algunas de sus obras más famosas

En el interior, una escalera helicoidal sinuosa llevará a los visitantes desde la planta baja hasta las galerías del tercer piso, en donde se encuentran sus obras entre las que destacan : «La desintegración de la persistencia de la memoria» (los icónicos «relojes blandos» que aparecieron en una pintura anterior, en 1931); la fabulosa «Gala contemplando el mar Mediterráneo que a veinte metros se convierte en el retrato de Abraham Lincoln» o el cuadro de «Torero alucinógeno».

También se pueden apreciar  esculturas, objetos, fotografías y bocetos que abarcan todas las etapas de su carrera​.

Como dato curioso, el museo fue diseñado por el arquitecto Yann Weymouth , quien también diseñó la pirámide de cristal en el Louvre y la Galería Nacional de Arte en Washington, DC. La característica más llamativa en el Dalí es el Enigma, una cúpula geodésica hecha de 1.062 triángulos de cristal. Sobresalen sus paredes de concreto de 18 pulgadas, que protegen la colección contra la posibilidad de incluso un huracán de categoría 5.

El Museo Dalí alberga más de 2.400 obras del maestro surrealista. Y aunque leer algunos de sus óleos, acuarelas y bocetos más famosos parece un viaje a la mente de Dalí, el edificio del museo es en sí, una gran parte de la experiencia

En el Avant-garden, los visitantes podrán continuar la aventura surrealista, pues en este espacio al aire libre, los Relojes derretidos cuelgan de los bancos y el bigote de Dalí tiene su propia estatua. También se puede apreciar una fuente de agua meditativa en The Grotto y guiños sutiles a la proporción áurea en el jardín de matemáticas, un tributo a la obsesión de Dalí con los números en la naturaleza.

La tienda del Museo Dalí está llena de objetos curiosos muy divertidos. Hay tazas de reloj que se derriten y relojes con forma de ojos llorosos, junto con las cartas del tarot de Dalí. Incluso hay un libro de deseos conmovedores, divertidos y extraños del Árbol de los Deseos de Avant Garden.

 
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